Son las once y cuarto, once y media de la noche a lo sumo. Mi programa favorito lleva sólo transcurridos unos quince minutos y el hada de los sueños ya me ha hechizado (otra noche más). Perplejo, abro un ojo cual gato, media hora después, para darme cuenta de que la pareja protagonista se ha dado su ansiado primer beso, la chica mona ha cambiado de peinado (otra vez) y se ha resuelto el gran misterio de la temporada. ¡Jolín! Y todo por quedarme frito en mi amado sofá.
Mi relato, así como la imagen de la izquierda os suenan, ¿verdad? Seguro que si habéis intentado ver alguna película o serie de televisión en el último año, os ha ocurrido. Y digo intentado, porque así es. Los espectadores lo intentamos. Cada martes, intento, lucho por ver, por ejemplo, "Velvet" entera. Ardua tarea, sin duda. Y es que el hada de los sueños es más poderosa que mi voluntad de ver a la Echevarría y al Silvestre dejándose arrastrar por la pasión.
Me encanta comprobar a la mañana siguiente cómo a varios de mis amigos les ha pasado lo mismo. No es cosa mía, entonces. Yo no soy el raro (al menos no, en lo de quedarme traspuesto a lo Homer Simpson, babilla incluida, en mi adorado sofá).
Muchas son las voces desde varios sectores de la sociedad que reclaman un adelanto del prime time español. No parece propio de un país que pretende pertenecer al primer mundo tener un horario de máxima audiencia, que no hace más que retrasarse. Al principio de los años 2000, cada programa, hubiera partido de fútbol o no, comenzaba a las 22h en punto, sin excepciones. La cosa se empezó a complicar en torno al año 2005-2006. Las cadenas comprobaron que si retrasaban un poco el comienzo de sus programas, elevaban su cuota de pantalla siguiendo la lógica de "a menos personas viendo la tele, más share".
El problema ya fue a más cuando los programadores y directivos decidieron implantar un "intermedio" en sus parrillas: "Camera Café" en Telecinco, "El Hormiguero" en Cuatro (años después, en Antena 3), etc. Aunque el colmo de los colmos lo encontramos la temporada pasada, cuando cierta cadena, en su afán por desvelar nuestros sueños, decidió que "El Hormiguero" terminara a las 22.30, para después encadenar avances de la serie que todos esperamos ver, mezclados con una pizca de bloques publicitarios y aderezados con mucha desesperación por parte de la audiencia.
Y no, no hace gracia comprobar que tu serie o programa favorito empieza casi a las 23h, mientras la voz de tu conciencia te dice "mañana te va a sonar el despertador a las 6.45". De esta forma, el hada de los sueños acaba tomando cartas en el asunto, sabedora de lo demoledor que es dormir menos de seis horas y media. Un rato después, abrimos un ojo y comprobamos que nos hemos vuelto a perder una parte (con suerte, irrelevante) de nuestra serie de cabecera.
Aprovecho para hablar de una iniciativa muy correcta, que acaba de arrancar en la corporación pública (algo bueno tenían que hacer después de dejarnos sin informativos plurales y de tener entre sus filas a Mariló). Desde ayer, lunes, Tve señaliza todos aquellos programas de prime time que concluyan antes de la medianoche. Con un poco de suerte, las otras cadenas lo irán implantando y, entre todos, conseguiremos volver a aquella bonita era, en la que ver la televisión no era sinónimo de somnolencia.
Entre los que hayáis llegado hasta el final de este texto, habrá algunos "modernos", como yo los califico, que hacen alarde de que no ven la televisión. Nunca. "Yo sólo veo series en internet", dicen. Bueno, pues en el improbable caso de que ese extremo sea verdad, os diré que no hay nada más relajante que ver la televisión después de un duro día de trabajo. Pero para que verla vuelva a ser un placer, habrá que tomar medidas.
Desde aquí, ahora que estamos en temporada navideña, he elaborado mi "wish list":
1. Antena 3, basta ya de "Volvemos en 20 segundos", "Volvemos en 1 minuto", "Volvemos en 6 minutos", "Volvemos en una hora"... Esa gradación del tiempo ya no cuela y no hace más que enfurecer a los espectadores. Que buena parte de vuestras series sean las ficciones de moda, no os da derecho a creer que la audiencia es tonta. Yo, personalmente, cuando empezáis con vuestro juego, cambio de canal.
2. Telecinco, estamos hartos de los "making offs".
3. Cuatro y laSexta, sois la esperanza: normalmente, cumplís vuestros horarios a rajatabla.
Hoy es martes, toca "Velvet", último capítulo antes del parón navideño. ¿Llegaré indemne hasta el final? La respuesta, esta madrugada a las 00.15h.