martes, 28 de abril de 2015

Mi nuevo placer culpable



Dos parejas de extraños quedan en un bar. Dos citas a ciegas en una noche. Este es el punto de partida de la nueva serie de TV3, "Cites", estrenada ayer 27 de abril a las 22.35h en la cadena autonómica catalana. Con gran éxito, por cierto. Casi medio millón de espectadores y un 13,5% de la audiencia en Cataluña estuvieron atentos al primer par de citas. En este capítulo, cuatro personajes, interpretados de forma magistral por Beatriz Segura, Isak Férriz, Biel Durán y Júlia Molins, han vivido su primer encuentro romántico. Y es que cada uno de los 12 episodios que restan, pondrá el foco en dos citas a ciegas. No todas irán como se esperaba. Otras, sí. De hecho, a algunos personajes los veremos repetir la experiencia con otros. 

La serie cuenta con el inconfundible sello de Pau Freixas, que ya dirigió y emocionó con "Polseres Vermelles" ("Pulseras Rojas"). El reparto tampoco se queda atrás. Entre otros, Aida Folch, Eduardo Noriega (sí, Eduardo Noriega), Eva Santolaria (sí, la mítica Valle de "Compañeros" y Vero de "7 Vidas"), Miquel Fernández, Ingrid Rubio, Leticia Dolera, Ricard Sales, Laia Costa o Jordi Sánchez vivirán su particular cita en uno (o varios) episodios. 

En mi entrada anterior, ya hablaba precisamente de los "remakes". "Cites" está basada en "Dates", la serie británica revelación del año 2013. Para algunos, una magistral adaptación. Por otra parte, esta serie llega en un momento, en el que las formas de ligar y encontrar pareja están cambiando. ¿Dónde ha quedado aquel "¿Estudias o trabajas?"? Probablemente, en el baúl de los recuerdos. Y esta ficción es el fiel reflejo de ello. 

Otro motivo más para no dejar escapar esta serie: Barcelona. Esa ciudad mágica, encantadora, nostálgica, bella, apasionante, sirve de escenario para contarnos estas variopintas citas. Los bares y restaurantes son reales, hay muchos exteriores, convirtiendo a la ciudad condal en otro personaje más, en el eje, sobre el que se vertebra la narración. ¡Ah! Y la duración: 43 minutos. De reloj. Por fin una serie española, que no aspira a tener la duración de una película en cada uno de sus episodios. 

Aviso a navegantes: no es una ficción pretenciosa ni estrambótica. Llama la atención su sencillez y cotidianidad, una serie que cuida y mima los detalles. Quien espere algo espectacular, que busque en otra parte. "Cites" es todo un placer culpable. Echadle un ojo, no os arrepentiréis. Los que no entendáis el catalán, no os preocupéis, las tramas se siguen perfectamente. Y es que una imagen (o en este caso, una mirada) vale más que mil palabras. 


martes, 21 de abril de 2015

El que esté libre de pecado...

El estreno, anoche, de la nueva serie española "Vis a Vis" pudo gustar más o menos, si bien el foco y la mayoría de críticas se centraron en si era una copia o no de la americana "Orange is the New Black". Muchos destacaron de la versión patria sus, según ellos, más que evidentes parecidos, tachándola de burda copia. Pues más de uno se sorprenderá al saber que "Orange" no es todo lo original que pudiera parecer. Y es que de 1997 a 2007 ya existió una serie alemana, titulada "Hinter Gittern", cuyas tramas giraban en torno a las idas y venidas de un grupo de reclusas en una cárcel de mujeres en Berlín. La ficción, igual que ahora hace la aclamada versión americana, combinaba el drama con toques de humor ácido. 

Por todos es sabido que la ficción española goza, en la actualidad, de muy buena salud, con datos de audiencia espectaculares para la mayoría de nuevas ficciones. No obstante, el sambenito de plagio y/o copia se sigue cerniendo sobre nuestras series. Prueba de ello es el estreno de ayer de "Vis a Vis". Esas críticas y esa reputación, desde luego, están justificadas tras años y años de "copias", algunas más sutiles, otras más descaradas. 

Para saber de qué estamos hablando, vamos a hacer un breve repaso de algunas de las series españolas de los últimos años, sobre las que ha recaído la sombra de la sospecha. Como ávido espectador de series médicas, voy a empezar hablando de "Urgencias" y "Hospital Central". En muchas ocasiones, observé atónito cómo muchas de las tramas de la española iban a caballo con la americana. De forma sutil, que conste. Dejando algunos años de diferencia entre líneas argumentales parecidas, personajes similares, casos médicos idénticos... Pero repito, siempre dejando años de diferencia, algo muy fácil, ya que ambas superaron la barrera de los 300 capítulos. "MIR", spin-off de Hospital Central, también generó mucho ruido. Y no por su éxito, precisamente, sino por sus parecidos razonables con "Anatomía de Grey". 

Las series de misterio e intriga tampoco se han librado. Series como "El Internado" o "El Barco" fueron relacionadas con muchas de las tramas de "Perdidos". Y he de reconocer que estas críticas, en muchas ocasiones, estaban más que justificadas. Inolvidable, por no decir lamentable, el momento del foco de luz que desprendía la escotilla del bosque, igual que ya había ocurrido en la famosa isla. Escenario reproducido en la última temporada de la serie protagonizada por Mario Casas y Blanca Suárez años después. 

Otras series de época como la exitosa "Velvet", que ha sido relacionada con la británica "Galerías Paradise", también han sido víctimas de odiosas comparaciones. En el caso de la serie protagonizada por Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre pueden observarse tramas y premisas similares: el director de unas galerías comerciales debe casarse con la hija de un importante magnate para salvar las mismas, a pesar de amar a otra mujer. "Gran Hotel" también fue relacionada en su día con "Downton Abbey", aunque recientemente se ha conocido que Reino Unido va a adaptar la ficción de Amaia Salamanca, acallando con ello muchas de estas críticas. 

Hace unos meses, "Bajo Sospecha", la ficción de Blanca Romero y Yon González, también estuvo en el ojo del huracán y fue comparada con "The Killing", la serie norteamericana que, ¡oh, sorpresa!, a su vez, está basada en la danesa "Forbrydelsen", estrenada en 2007, con gran éxito y numerosos premios. Las tres tomaban como punto de partida la desaparición de una niña, a la que poco después encontrarían muerta. Una pareja de policías, hombre y mujer, se encargaba en ambos casos de la investigación. Sota, caballo, rey. Española, americana, danesa. 

"The Bridge", otra aclamada serie norteamericana, también es una adaptación, en este caso de la serie de culto sueco-danesa "Bron". En está última, un cadáver era hallado en mitad del puente que une Dinamarca con Suecia, quedando la mitad del cuerpo a un lado de la frontera y la otra parte, al otro lado. En la versión americana, ocurría lo propio pero en la frontera mexicano-estadounidense. 

¿Quién no ha oído hablar de "Homeland"? Al menos en sus dos primeras temporadas, tanto la crítica como el público se deshicieron en elogios hacia la serie de Claire Danes. Pues, señoras y señores, la ficción de Carrie y Brody es en realidad un remake de una serie israelí titulada "Prisoners of War". La adaptación, en este caso, no supone un calco de la versión original, aunque con ciertos parecidos. A esta lista de remakes o copias (llamadlo X) se sumará previsiblemente la temporada que viene una comedia, que se basará en la exitosa serie austriaca "Braunschlag", estrenada en 2012. Estados Unidos también ha bebido de nuestras ficciones patrias. Ejemplo de ello son "Pulseras Rojas", la serie de TV3, y "Los misterios de Laura", de La1. Ambas han tenido este año su versión yanki, una con más suerte que otra. 

Y es que, aunque a muchos defensores a ultranza de los productos yankis les duela, Hollywood tampoco se queda corto en cuanto a falta de originalidad. De hecho, si no me equivoco, cada año van sumando más y más remakes. Algo sumamente peligroso, ya que todas estas versiones suelen gustar menos que la original. O al menos juegan con mucha desventaja. En definitiva, parece que ya está todo inventado y que ya no hay espacio para la imaginación. ¿De verdad es así? ¿No quedan ideas originales? Llamadme iluso, pero yo sigo creyendo que sí, sí las hay. Y esperan a ser descubiertas por algún guionista. Más pronto que tarde...