martes, 28 de octubre de 2014

La corrupción sale rentable en televisión


Una vez más, España se vio sacudida ayer por otro escándalo de corrupción. El enésimo ya. En este caso, se trata de la Operación Púnica, que ha destapado una gran red de comisiones ilegales y que se ha saldado con la detención de 51 personas, entre ellos, el número dos de Esperanza Aguirre, Francisco Granados. Todas las televisiones se hicieron eco, desde primera hora de la mañana, de todas las detenciones y del goteo de datos que fuimos conociendo conforme avanzaba el día. Tras varios escándalos continuados, como el reciente de las tarjetas opacas en Caja Madrid y Bankia, ayer se colmó el vaso. Y eso se notó (y de qué forma) en la audiencia. 

El público quería (queríamos) conocer de primera mano lo ocurrido, en definitiva, saber la verdad. Y eso se notó ayer más que nunca. Es en estos momentos cuando se nota en qué programas o informativos deposita la audiencia su confianza. Por encima de todos los datos registrados ayer, destaca el resultado de "Las Mañanas de Cuatro". El programa comandado por Jesús Cintora registra récord de audiencia, logrando escalar hasta un impresionante 16,4% de share

Dos récords más: "El Intermedio" del Gran Wyoming barre en su franja horaria y obtiene el respaldo de un 16,1% de la audiencia, su mayor marca histórica hasta la fecha. Más que notable fue también el dato logrado por Mamen Mendizábal. Su programa "Más vale tarde" se dispara y supera la barrera psicológica del 10% de cuota de pantalla. 

Ya en el ámbito de los informativos, Pedro Piqueras se queda muy cerca del 20% de share (casi 3 millones y medio de televidentes) con la segunda edición de Informativos Telecinco. Destacables fueron los datos de las dos ediciones de "la Sexta Noticias". El informativo de Helena Resano logra superar el 15%, y en la noche, Cristina Saavedra escala hasta el 13,6%, quedándose muy cerca de los 2 millones de espectadores. Antena 3 y La 1 son, por tanto, las únicas cadenas que se mantuvieron invariables en los datos que venían obteniendo con sus respectivos informativos. 

Como podemos ver, esta vez ha sido diferente. Algo ha ocurrido, algo ha cambiado en la audiencia y, por tanto, en la sociedad. Recientemente, se destapaba el escándalo de las tarjetas black. No obstante, los índices de audiencia no se dispararon tanto como ayer. Hartazgo, avidez de información... Sea por el motivo que sea, la corrupción sale rentable en televisión. 


1 comentario:

  1. ¿Y no da la sensación de que los escándalos que afectan a la derecha son más rentables? ¿Tuvo la misma repercusión el escándalo de los ERE? ¿Será que las cadenas más viradas hacia la izquierda aprovechan mejor estos casos? Preguntas lanzadas al aire...

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