miércoles, 7 de enero de 2015

Je suis Charlie


Soy periodista. 

Una frase. Dos palabras. Simples. Pero siempre peligrosas. No obstante, gracias a profesionales como los del semanario satírico francés, Charlie Hebdo, esta profesión sigue sin corromperse del todo. Profesionales que han sido atacados esta mañana en su sede en París. En el momento de escribir esta entrada, los fallecidos ascienden a doce, entre ellos, el director de la publicación. Todo ello, por no tener pelos en la lengua. Por no tener miedo. Por hacer humor de la cruda realidad. Por no hacer copia-pega de un teletipo de agencias. Toda una proeza, he de decir, dado el momento que vivimos. 

Muchos desprecian esta bella profesión, creyendo que somos simples loros o papagayos de los políticos e instituciones. Pues bien, otro tipo de periodismo es posible. Es aquel que te abre los ojos a la realidad. Es aquel que te hace entender la información de otra forma. Y eso es lo que los profesionales de Charlie Hebdo hacían. A su manera. En clave de humor. 

Si ya no podemos contar la verdad, ¿qué nos queda? Nada. Porque entonces todos aquellos seres fanáticos, cerrados de mente y sádicos que pueblan este mundo, habrán ganado. Y lo que es peor. Habrá ganado el miedo y la represión. 

Me gustaría cerrar este breve post, recordando una cita publicada en dicho semanario a raíz del miedo que grupos islamistas quisieron infundirles por la publicación de una serie de caricaturas sobre Mahoma: "La libertad de expresión no es negociable". Y yo les respondo. No, por supuesto que no lo es. Doce (y esperemos que no más) de vosotros os habéis ido, pero nos queda vuestro legado, vuestra mordaz forma de escribir y vuestras caricaturas. No os quepa duda que seguirá habiendo gente valiente, amante de esta nuestra profesión, que tampoco se callará ni se paralizará ante el miedo. Por gente como vosotros, me siento orgulloso de formar parte de este gremio. Merci à tous. 

2 comentarios:

  1. Bonito y sincero, tu post.

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  2. Totalmente de acuerdo con el artículo. Un atentado vil, cruel y cobarde a la libertad de expresión es una de las peores cosas que se pueden cometer hoy en día. Más atentado aún cuando se lleva por delante la vida de doce inocentes que han pagado con su sangre la intransigencia de determinados colectivos de fanáticos religiosos que tratan de imponer su punto de vista. Igual de atentado me parece que en sus países por ejemplo las mujeres sean depreciadas igualmente tapando su cuerpo con burkas y similares. En fin, eso ya es harina de otro costal que no viene al caso ya analizar ahora.
    Es verdad que en la actualidad el periodismo ha evolucionado mucho y hay muchos y grandes periodistas, pero también es verdad que en España el periodismo independiente es complejo. Actualmente hay muchísimos y muy buenos artículos de investigación que han sacado a luz pública hechos que a determinados organismos y Ministros debería darles vergüenza no haberlos investigado ellos mismos y que sea un periodista o un juez por ahí el que investigando tire de la manta. Y actualmente tenemos unos cuantos casos en la palestra y otros que se están intentando tapar.
    Pero una cosa que me llama poderosamente la atención, y me consta que no soy al único que le llama la atención, es que no hay de momento ningún periodista que le saque los colores a algún Ministro, Portavoz de Gobierno, etc. durante una comparecencia en El Palacio de la Moncloa o en rueda de prensa en el Congreso o en el Senado. Ahí es donde realmente creo que no hay libertad de expresión. Ningún periodista hasta ahora ha sido capaz de levantarse y hacer una pregunta incómoda al ponente de turno aún a sabiendas muchas veces de que lo que estaban exponiendo no es como lo estaban pintando. Eso cuando no se entrega el guión con las preguntas que se deben hacer al ministro de turno.
    Estoy seguro de que si a algún periodista se le ocurriese hacer semejante cosa al día siguiente queda relegado a un redil en la redacción y no vuelve a poner un pié en La Moncloa, Congreso... por petición expresa del gobierno.
    En España contamos agencias de noticias muy potentes pero aún así es relativamente fácil colar noticias falsas que luego son reenviadas a los medios y publicadas sin contrastar, como el experimento que hace unos días llevaron a cabo en el programa Levántate y Cárdenas de Europa FM. Lanzaron una noticia a una agencia y el lunes todos los diarios se hicieron eco del comentario y por desgracia casi ninguno de ellos rectificó cuando se dijo que la noticia era falsa.
    Pero bueno, la verdad es que hay un buen periodismo a nivel mundial y muchísimos periodistas que se juegan la vida como recientemente ha sucedido.
    Je suis Charlie

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